La dejó muerta, Javon aprovechó un error de Aarón y la mandó a guardar ante el Team

Un viernes pasado por lluvia y con un Ricardo Saprissa Aymá que no defraudó en su entrada de la afición es el panorama y contexto para la edición 320 del Clásico del Buen Fútbol entre el Deportivo Saprissa y el Club Sport Herediano. El bicampeón nacional y los comandados por Jeaustin Campos se juegan más que un simple cotejo de fútbol y el pase a la final del Torneo de Copa es el premio para el vencedor de la llave de semifinales de este viernes en la Cueva de los morados.

Una serie de sorpresas en las alineaciones fue el sello de ambos técnicos para el compromiso de esta noche en San Juan de Tibás. Por el bando del bicampeón nacional el tan criticado zaguero central Douglas Sequeira salió como titular en la central junto a La ’Torre’ Waston, mientras que los carriles estuvieron ocupados por Pablo Arboine desde el sector de la derecha y Jefry Valverde a perfil cambiado como carrilero por izquierda.

Así mismo, el volante Allan Cruz en la zona medular de los florenses fue una de las principales sorpresas del Herediano para el compromiso de este viernes, siendo el ex volante del FC Cincinnati el hombre encargado de darle equilibrio al medio campo de los de Jeaustin Campos, mientras que José de Jesús Godínez salió como punta de lanza en el once de los florenses.

Las acciones en el primer tiempo han estado muy intensas, con un cuadro florense que tomó la iniciativa desde el arranque del cotejo. En apenas un minuto de juego el artillero mexicano Jesús Godínez realizó una enorme acción personal para meter un centro al punto penal que Luis Ronaldo Araya no llegó a aprovechar.

La dejó muerta, Javon aprovechó un error de Aarón y la mandó a guardar ante el Team

Al minuto 28´ los de Vladimir Quesada rompieron la paridad en el electrónico gracias al atacante jamaiquino Javon East, quien aprovechó un error del meta Aarón Cruz a la hora de despejar una verdadera raya de Youstin Salas, dejando el balón muerto en el área para que de ese modo el caribeño simplemente tuviera que empujar el esférico al fondo de los cordeles.