La historia de superación tras una enfermedad de corazón del portero Adonis Pineda

Adonis Pineda no ha tenido nada regalado en la vida, de pequeño fue un niño de muy pocos recursos, pero con un sueño grande: jugar en la Primera División como jugador de campo; sin embargo, la vida le tenía algo mejor preparado y esta es su historia nunca antes contada.

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El portero de Sporting, de 26 años, quien en el pasado integró Liga Deportiva Alajuelense, donde hizo divisiones menores, fue el portero con más tapadas del Apertura 2023, superó a Kevin Chamorro del Deportivo Saprissa y Leonel Moreira de la Liga Deportiva Alajuelense.

El guardameta Albinegro sumó 70 tapadas en 18 partidos como titular con el cuadro josefino, lo que hace que el dato de la Unafut se vuelva más valioso, ya que no jugó las 22 fechas de la fase regular.

Pineda fue perseguido por Luis Barrientos de Santos con 55 y Kevin Briceño del Club Sport Cartaginés, que sumó 52 y en el en Clausura 2024 va por la misma línea, actualmente es segundo y está a cinco del primer lugar, a falta de varias fechas, pero no todo en su vida ha sido color de rosa, ya que su infancia estuco llena de necesidades y una enfermedad de corazón.

“Yo me dije ‘me muero jugando entonces’ (…) Si ese día mi corazón no respondía, tenían que hacerme una cirugía o un trasplante de corazón, no podría volver a jugar fútbol”, reveló el arquero en el programa VIS10N con Andrey Campos y Atim Rooper y que se transmite por radio Columbia y TDMás.

El arquero nunca antes había sido tan revelador con su vida privada, ya que las lecciones que le dejó su pasado con Alajuelense lo marcaron muchísimo, pero este viernes dejó conmovidos y asombrados a todos los que escucharon su testimonio.

“Yo estuve enfermo del corazón cuando era pequeño, mi corazón no se desarrolló, mi cuerpo era bastante grande y mi corazón era muy pequeño por desnutrición, por situaciones de la vida, mi familia nunca fue gente de plata, tampoco era que pasábamos hambre, si había arroz y frijoles, eso se comía. Ya después muchas cosas en la familia me afectaron, tras de que no me gustaba la comida, porque no me daba apetito, había situaciones en la familia que me afectaron mucho”, explicó el arquero titular de Sporting FC, quien viene haciendo las cosas bien.

No se considera una persona rencorosa y de su pasado manudo solo le quedan buenas lecciones. Además, confesó ser manudo, pero dijo que no tendría ningún problema en vestirse de morado si el equipo lo necesita, ya que es un profesional y defenderá siempre cualquier color.

“Tenía que alimentarme y tomarme algunos medicamentos, ya después me hicieron una prueba de fuerza, pasar, saber si el corazón se había desarrollado lo necesario, si ese día mi corazón no respondía, tenían que hacerme una cirugía o un trasplante de corazón, no podría volver a jugar fútbol. Yo me dije ‘me muero jugando entonces’. Al final hice la prueba y me dijeron que todo había salido bien y me dijo que no iba a poder ser un jugador de campo, yo le decía al doctor que no pensaba jugar de portero”, recordó el mundialista sub20 en Corea del Sur 2017.

Dada la complicación en su corazón, su padrastro fue quien le aconsejó dejar su posición de campo e iniciar como portero, ya que tenía que correr menos distancias y no sería tan riesgoso.

“Mi padrastro es portero, no jugó ni en primera, ni en segunda, pero a él le gustaba la ‘mejenga’ y un día me dijo que me pusiera de portero y yo le dije que eso no me gustaba, a la siguiente semana teníamos ‘mejenga’ y no llegó el portero, entonces yo atajé, le dije que solo por hoy, me dieron unos guantes prestados y atajé. Mi padrastro fue el que me empezó a formar”, aseguró.

Pineda, en el fútbol nacional, ha sido como el ave fénix y, a su corta edad, logró reponerse de una acción que le cobrarán el resto de su vida injustamente, pero que no le ha apagado los sueños y así como el deporte quita, también da.