Kevin Cabezas, de destacar en Liberia a cumplir un sueño de niño en Alajuelense

Con solo un año de jugar en el fútbol nacional, Kevin Cebezas, de 24 años, destacó con el Municipal Liberia y eso le bastó para fichar con la Liga Deportiva Alajuelense, el club de sus amores.

Anteriormente, había jugado la Liga de Ascenso hasta que Liberia le dio la oportunidad, ascendió con el club y en solo seis meses convenció a Alajuelense para ficharlo para este 2024, pero la historia no queda ahí, ya que el volante es seguidor de los manudos desde muy pequeño y tiene pruebas que lo demuestran.

El joven crack, nacido en Poás en Alajuela, dio sus primeras palabras como jugador manudo y en su cara se le notaba la emoción de firmar para el equipo al cual pertenece su corazón, algo que se demuestra con fotos de su infancia vestido de rojinegro.

“Es algo que traigo desde pequeño, toda mi familia es supermanuda, trataré de hacerlo de la mejor manera para intentar dejar una huella y un legado acá en la Liga”, dijo el jugador en el video de presentación de los manudos.

De hecho, fue el mismo club que publicó una imagen en sus redes sociales en la que Kevin sale con el uniforme erizo y otra al lado con el suéter que ya lo identifica como un león más.

Cabezas es volante mixto y entre sus principales cualidades destaca que posee mucha creación de juego y le gusta la tenencia del balón.

“En mí se encontrarán un jugador joven, con mucho, mucho por aprender, una carrera muy corta, relativamente, pero con buena técnica, esforzado, que trata de no dar una bola por perdida y siempre trata de dar lo mejor para ayudar a los compañeros. Al final, mi posición y mi juego es hacer que el equipo se vea bien, haciendo el trabajo difícil por decirlo así, un jugador con mucha actitud y muchas ganas de hacer las cosas bien”, contó el nuevo león.

Sobre el cambio que está experimentando, de pasar de un equipo como Liberia a la Liga, tiene claro que es bastante grande; sin embargo, mantiene una ilusión y ganas que más bien lo motiva para dar lo mejor.

“Es un cambio grande, el nivel en el que estaba era bueno, pero una institución con esta jerarquía y los jugadores que tiene se siente un cambio fuerte pero para bien. Me iré poco a poco adaptando a lo que es el grupo y con muy buenas sensaciones, muy a gusto”, concluyó.