Jugador rompe en llanto al ser separado de Puntarenas FC antes del final del Clausura 2024

Días atrás se dio a conocer que el Puntarenas FC despidió a tres jugadores a falta de siete fechas para finalizar la frase regular del Clausura 2024, uno de ellos fue Asdrúbal Gibbons, quien rompió en llanto al enfrentar esta situación tan difícil.

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Gibbons fue capitán del Puntarenas F. C. durante los últimos tres años y ha sido una figura emblemática para el equipo, por lo que su profundo apego al club, hace que este momento sea aún más doloroso.

El hecho de que le hayan comunicado que no continuarán con él en el equipo fue un golpe muy duro. Recordemos que el jugador pertenece a la institución desde los goles en el Ascenso hasta la conquista del título de la segunda división en 2022.

“Fue un bajonazo, porque no esperaba tan desafortunada noticia. Hay un gran aprecio; yo quería salir por la puerta del frente de Puntarenas, pero sentí que me tiraron por la puerta de atrás y con una cobija en la cabeza para que nadie me viera”, dijo al diario La Nación.

El veterano jugador no fue el único jugador que quedó fuera del club, sino que también se fue junto con Pablo Herrera y Keyder Bernard.

Eso sí, el club indicó que a los jugadores despedidos se les ha garantizado el respeto de su contrato en términos de pago y condiciones.

“En los clubes tocan a los menos responsables. Los responsables somos los jugadores; el entrenador puede ser bueno o malo, pero el jugador es el que rinde en la cancha. Hay entrenadores buenos y el equipo no rinde, también hay técnicos malos y el equipo vuela, pero algo curioso es que nunca separan a los que juegan; la mayoría de las veces es a los entrenadores o a los jugadores que no juegan. No me siento responsable del mal torneo que estamos pasando; yo no lo considero así”, explicó en declaraciones al diario La Nación.

Gibbons indicó al medio que se siente impactado por esta situación, especialmente después de haber mantenido una conversación hace tan solo 15 días con Douglas Sequeira, el técnico chuchequero.

“Me dijo que era un pilar relevante para el equipo. Yo, como estaba jugando poco, lo que quería decirle es que si no me iba a ocupar en cancha, pues que yo lo entendía, pero que me lo dijera directamente. Si querían que fuera capitán fuera de la cancha, yo no tenía problema en cumplir esa función”, reveló.

A sus 35 años y afectado anímicamente, Gibbons fue enfático en que no piensa en el retiro.

“De hecho, mi futuro es estar en Primera División; puedo dar todavía. Quiero año y medio más y luego jugar seis meses en Segunda para romper un récord y retirarme: me faltan cuatro goles para ser el defensa más goleador de la Liga de Ascenso. El primero tiene 49 y quiero esos cuatro goles para quedar en la historia”, concluyó.

Desde enero, Gibbons ha estado en el radar de dos equipos de la máxima categoría, y ahora parece que esas opciones se han reactivado.