Por Andrés Pazmiño
Es realmente lamentable escuchar sobre el incidente que vivió Darío Alfaro, jugador de Palmares de en la Liga de Ascenso, durante el partido entre COFUTPA y Sarchí FC, donde fue brutalmente golpeado por dos sujetos que lo acorralaron y sujetaron del cuello.
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El jugador contó, en entrevista con La Teja, los minutos de terror que vivió en el pleito que empañó el partido ante Sarchí FC y lo catalogó como una pesadilla, ya que ningún jugador debería experimentar tal nivel de violencia dentro del campo de juego.
“Fue una situación bastante bochornosa, tengo muchos años de jugar fútbol y nunca había pasado por ese episodio.
“Desde el inicio fui de los que me llevaba a los compañeros al camerino para que se tranquilicen, yo estaba en un sector de la cancha, al otro lado vi que mi portero Kevin Ruiz tenía problemas, corrí hacía él, pero un supuesto guarda de seguridad y otra persona del cuerpo técnico de Sarchí me interceptaron, el miembro de Sarchí me agarró del cuello, me lanzaron hacía una pared cerca de los camerinos y terminaron agarrándome a golpes.
“El miembro de Sarchí aproximadamente a un metro de distancia, me tiró un basurero y me golpeó la cabeza”, reveló al diario La Teja.
Es comprensible que Darío se sienta indignado por la falta de acción inmediata por parte de las autoridades del fútbol y espera que la Liga de Ascenso tome medidas para abordar este problema seriamente.
Delgado están tranquilo porque las lesiones sufridas no fueron de gravedad, pero es inaceptable que la violencia haya sido tan desenfrenada durante el partido.
En la grabación, que circula en redes sociales, se puede observar cómo estas personas lo golpearon por varios minutos, por lo que tuvo que ingresar al camerino con tal que no lo agredieran más.
Es comprensible que esté considerando tomar medidas legales contra las personas que lo agredieron, ya que es fundamental responsabilizar a quienes cometen actos de violencia en el deporte.
“La encargada de la parte médica del equipo me revisó, lo que tengo en la cara fue el golpe que recibí del basurero y otro golpe en la cabeza que me dejó con una chichota y no recuerdo en qué momento sucedió, después ahí quedé con raspones en el codo, espalda y cuello”, contó al medio.
Tremendo susto La familia del defensor, quien años atrás jugó con la Liga Deportiva Alajuelense, se llevó un gran susto porque vieron todo desde la gradería, pero se tranquilizaron al ver que estaba estable y que golpes no pasaron a más.
“Mi mamá, mi papá y mi hermana estaban en el estadio en el momento del incidente, para ellos fue complicado porque no conocían de la situación, ya que no me podían distinguir en la cancha, solo vieron el tumulto de personas. Hasta después del partido hablé con ellos y comprendieron lo sucedido”, concluyó.
Esperemos que este incidente sirva como un llamado de atención para que se tomen medidas más estrictas contra la violencia en el fútbol, y que se garantice la seguridad de los jugadores y espectadores en todos los partidos.
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