Jonathan Moya y la meta que cumplió al jugar el Clásico Nacional con Alajuelense

El delantero Jonathan Moya es de los pocos futbolistas del país que se ha podido poner las dos camisetas de los equipos grandes del país: Deportivo Saprissa y Liga Deportiva Alajuelense y la noche del viernes, durante el clásico nacional entre ambas escuadras, logró cumplir una meta que tenía pendiente desde hace varios años. ¿De qué se trata?

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Al llegar al estadio Ricardo Saprissa, que estaba repleto de aficionados, el delantero manudo volvió a sentir cosas que no experimentaba desde que era legionario y esto lo puso muy feliz, tanto así que logró hacerle check a un sueño que tenía.

Lejos de sentir ansias por el partido o que se lo comiera el ambiente, Moya quería volver a sentir el ambiente de un clásico en Costa Rica, esto porque, según él, solo se vive en el país y le sirvió como un nuevo impulso en su carrera.

“Fue bonito (risas), estuve cerca de dos años en Corea del Sur, como cinco meses en la India y estos partidos no se viven de esa forma en esos lugares, el sentimiento de sentir la afición contraria gritando y a estadio lleno es algo que uno como jugador necesita, en Corea no lo viví, ganábamos o perdíamos la sensación era la misma.

“Fue un ambiente bonito, siempre jugar clásicos es un partido diferente, al final cada uno va por hacer bien las cosas por su equipo y pese al empate, salimos con la cabeza en alto”, reveló una vez finalizado el partido.

Pese a que el atacante no salió de titular, disfrutó el juego de la misma manera como si hubiera salido en la nómina inicial.

Al partido ingresó de cambio, debido a una lesión que tuvo fechas atrás, al minuto 36 por Joshua Navarro, quien salió lastimando, pero eso no opacó el maravilloso momento que quería vivir.

“Fue diferente, ya que semanas atrás tuve un desgarro, el profesor tomó la decisión que jugara y siempre estaré dispuesto a ayudar al club”, explicó.

Ya en el terreno de juego, el atacante se ganó abucheos y uno que otro aplauso de algún morado que aún le guarda cariño. Además, forcejear con David Guzmán causó que todo el estadio se molestara, ya que no dejaron nada al azar en ganar el balón y explicó que una de las claves para que el asunto no pasara a más fue porque tiene años de conocer al Loco.

“Fue parte del juego, no soy malintencionado, me gusta ir fuerte al balón, tuvimos un choque, pero no pasó a más, fuimos compañeros y es parte del fútbol”, concluyó.

¿Qué le pareció el regreso de Moya a los Clásicos?