Primera División de Costa Rica

Jeyland Mitchell, de jugar en Saprissa y competir en basket a ser titular en Alajuelense

Jugador ha pasado por una montaña rusa durante su corta carrera deportiva

Por Andrés Pazmiño

Jugador ha pasado por una montaña rusa durante su corta carrera deportiva
Jugador ha pasado por una montaña rusa durante su corta carrera deportiva
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La historia de Jeyland Mitchell, joya de Liga Deportiva Alajuelense, es un testimonio de determinación y perseverancia en el mundo del deporte, ya que pasó por Limón, Saprissa, ADG, Liberia; el basket y hasta un retiro prematuro.

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Desde temprana edad, su pasión por el fútbol fue evidente, y gracias al impulso de su madre y su familia, pudo seguir su sueño a pesar de los obstáculos que enfrentó en el camino.

A lo largo de su carrera, Jeyland ha enfrentado diversos desafíos, desde pasar por varios equipos hasta incursionar exitosamente en el baloncesto. Sin embargo, su amor por el fútbol nunca desapareció, y finalmente encontró su lugar en Liga Deportiva Alajuelense, donde ha tenido la oportunidad de demostrar su talento.

Con solo 19 años, Mitchell ha pasado por clubes como Limón FC, Saprissa, Guanacasteca, Liberia y ahora el club erizo. Además, tuvo un retiro prematuro.

A los tres años, el jugardor ingresó a la academia de David Mayorga y a los 10 ya pertenecía a las ligas menores de Limón FC.

Con Saprissa tuvo un paso corto, ya que mientras estaba en Limón FC, los morados lo llamaron, pero debido a la pandemia de COVID-19, apenas pudo estar cerca de cuatro meses con los tibaseños y se regresó a Limón.

“Fallas lo iba a debutar con 16 años, pero pasó la situación con Guadalupe, que Limón perdió los puntos por un problema con la Caja. El segundo partido era contra la Liga, pasó una situación con Fallas y la dirigencia y quitaron a Fallas y no debutó”, dijo la mamá del jugador, Mirta Mitchell, quien ha sido su gran impulso en el fútbol.

Cuando Limón se fue a segunda, su madre le dijo que siguiera entrenando, pero su tío, Hárold, quien juega basket en primera (ella también jugó basket), le sugirió que se metiera a baloncesto y empezó a ir a entrenar, según explicó el diario La teja.

Mitchell sobresalió en baloncesto, fue nombrado notavo del año y llamado a la selección menor, pero la vida lo regresó al fútbol cuando Luis Fernando Fallas lo pidió en el ADG.

“Estaba emocionado porque lo que quería en fútbol lo estaba logrando en el baloncesto, pero le dije, ‘yo no lo crié a usted para jugar baloncesto, usted tiene fundamentos para fútbol. En basket puede ser bueno, pero no está para eso”, le dijo la mamá.

Ante esta situación, su madre, doña Mirta, junto con el apoyo de sus abuelos y tíos, tuvieron que intervenir para convencerlo de regresar al fútbol. Reconocieron su talento y potencial en el fútbol, y le recordaron que ese era su verdadero camino, a pesar de los éxitos temporales que había alcanzado en el baloncesto.

Las palabras de doña Mirta reflejan su profundo compromiso con el futuro de su hijo y su firme convicción de que estaba destinado para el fútbol. Aunque Jeyland estaba emocionado por sus logros en el baloncesto, finalmente entendió el mensaje de su madre y regresó al fútbol, donde ha encontrado éxito y realización personal.

Con 17 años, el jugador debutó con Guanacasteca, luego se fue a Liberia y fue su representante Kurt Morsink, quien lo colocó en el club erizo.

Aunque al principio no tuvo participación con el estratega Andrés Carevic, su suerte cambió con el fichaje de Alexandre Guimaraes.

Ahora, el crack es titular en el club y la influencia positiva de Guima y el constante apoyo de su familia han sido fundamentales en su desarrollo como jugador.

A través de su dedicación y determinación, Jeyland ha demostrado que los sueños pueden alcanzarse con trabajo arduo y perseverancia, independientemente de los desafíos que se presenten en el camino.


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