Farlen Ilama, exdelantero del Deportivo Saprissa, reveló cómo a vida le brindó una segunda oportunidad y surgió en el fútbol después de superar el alcoholismo.
La vida le dio una segunda oportunidad al exjugador para cambiar las cosas, resurgir en el fútbol y dejar su etapa de alcoholismo en el pasado, así lo reveló en el pódcast “La Cueva de los morados” del diario La Teja.
Lea más:
Ilama vivió duros episodios con el alcohol, pero resurgió en el fútbol en otra faceta gracias a un momento especial que lo hizo recapacitar.
“Mi historia de vida es bastante complicada, es conocido el problema que tuve con el alcoholismo, esa situación me dejó marcado y aún estoy en recuperación, gracias a Dios estoy en un grupo de apoyo para cambiar y eso ha dado buenos resultados en el trabajo.
“Empecé a tomar viejo, a los 23 años, en una fiesta de final de torneo con el Municipal Pérez Zeledón, había terminado el partido y nos fuimos a celebrar, en son de broma me sirvieron un trago, me lo tomé y me gustó, lastimosamente.
“Con el paso de los años se complicó, cuando me retiré en el 2008 con la Asociación Deportiva Carmelita, en primera división, fue peor, porque sentí más alas de libertad y seguí tomando, hasta en el 2018 que mi hija me dio un nieto, cuando llegué a verlo iba borracho, ella me dejó verlo, pero cuando me retiraba para la casa me dijo que no volviera, porque no quería volver a sufrir lo que ella vivió conmigo, que la próxima vez viniera sobrio o no llegara.
“Primero me enojé y dije un montón de cosas que no debí, ahí quedó la semilla y después empecé a buscar ayuda, un excompañero me contó su historia de vida y le pedí ayuda, tomé la decisión de internarme en una clínica para desintoxicarme, a partir de ahí fui al Municipal Pérez Zeledón, me incorporé a un grupo de apoyo, en junio cumplo seis años y todo ha sido para bien. Por dicha le pedí perdón a ella y tenemos una bonita relación”, reveló el exgoleador morado a La teja.
“Los últimos cinco años de mi alcoholismo era un zombi, siempre tuve mi casa gracias a varias personas que me ayudaron porque la intenté vender unas veces, era un indigente con casa, pedía en la calle”, explicó.
El exgoleador morado, que jugó tres años con la S, le agradeció a muchos a amigos y personas que lo ayudaron en todo el proceso para que no tocara fondo.
Una vez recuperado, el exjugador decisión buscar cómo retribuirle a la sociedad cosas buenas y ahí fue como decidió iniciar una nueva etapa en el fútbol, pero ahora como entrenador.
“Mientras jugué nunca pensé en dirigir, para eso hay que tener un don, eso lo comentaba con varios excompañeros, unos decían que sí, otros que no y al final fue al revés (risas).
“Avanzó el tiempo y por los problemas personales que tuve empecé a pensar cómo devolverle algo a la sociedad y el camino idóneo fue el fútbol, sobre todo a los jóvenes que sabemos los problemas que viven”, detalló.
Actualmente trabaja en el Pérez Zeledón como técnico en las ligas menores, esto gracias a la invitación de un directivo.
“Llevo tres años trabajando con el club, empecé con la sub-15, después en sub-17, luego me pidieron ayuda con el femenino y para este torneo volví a la sub-17. Es una etapa bonita porque los muchachos están aprendiendo y hay que inculcarles cosas que en el fútbol se van perdiendo y acá tratamos que ellos aprendan cosas diferentes, antes les enseñábamos mañas, ahora educamos profesionalmente porque el fútbol va en crecimiento y nosotros nos estamos quedando atrás”, contó al diario La Teja.
Ahora aprovecha los tiempos muertos y, en medio de los entrenamientos, le cuenta a sus muchachos sus vivencias y los momentos complicados que vivió para que eviten tomar este camino.
“Hay muchas cosas que les puedo explicar o contar sobre ciertas situaciones, por dónde van a pasar y que podría sucederles si les pasa, eso es parte de mi tarea en la vida, para que ellos tomen una buena decisión y decir ‘si el profe lo dijo, es por algo’. “Aparte de eso les cuento varias historias que viví para que vean que no es broma, también inculcarles los valores, como la honestidad, la disciplina y puntualidad, saco como 15 minutos a la semana para hablarles sobre eso, para tratar de cambiarles el chip de la vagabundería y pereza”, concluyó.
A Saprissa llegó en el 97 y se fue en el 2000 anotando 16 goles. Ilama, en la década de 1990, sobresalió por su velocidad y su dribling, que lo llevaron a algunas convocatorias de la Selección Nacional, pero su problema con el licor hizo que su rendimiento viniera en decadencia hasta que se retiró.
"La gente me ha apreciado bastante y les agradezco mucho, porque en el tiempo que estuve en Saprissa di lo mejor de mí para la institución. Fue un paso increíble, quedé campeón nacional y centroamericano, solo me faltó la Concacaf”, comentó.
30/04/2024
30/04/2024
30/04/2024
30/04/2024
29/04/2024
29/04/2024
29/04/2024
29/04/2024
29/04/2024
29/04/2024
29/04/2024
29/04/2024
29/04/2024
29/04/2024
29/04/2024
29/04/2024
29/04/2024
29/04/2024